Recuerdo que hace 10 años, cuando comencé a interesarme por la alimentación vegetal tenía dudas e incertidumbres sobre ¿cómo organizarme en la cocina?.
En ese momento, todo me resultaba complicado de entender y no sabía por dónde empezar. Lo más fácil fue preguntarles a mis amigas vegetarianas sobre qué recetas cocinaban o qué comían a diario para ponerme a practicar.
Seguramente tú también estés pasando por lo mismo en éste momento y necesites algunos tips.
Saber cocinar con vegetales es una parte importante pero hay otros puntos a los que hay que prestarles atención para motivarte cada día y vivir el proceso como algo natural.
¿Por dónde empezar?
Hoy voy a compartirte 7 tips que me ayudaron a empezar a organizarme.
Si tu también estás comenzando a vegetalizar tu alimentación, seguramente necesites una guía. Espero que la compartas con quien creas que pueda serle útil.
1. Consumir ensaladas y frutas frescas
La mejor forma de incorporar todos los nutrientes de las frutas y verduras, es consumirlas crudas, salvo que tu médico te indique lo contrario por cuestiones de salud. Para lograr consumirlas de ésta forma, te aconsejo que dispongas cada día de una buena variedad en la nevera. Podes elegir por lo menos una variedad de 3 frutas (si son más mejor) y en el caso de las verduras elegir por lo menos 5 de tu gusto.
- Un secreto en el caso de las verduras es: tenerlas lavadas, cortadas o hervidas, listas para armar cualquier plato o acompañar cualquier menú. De ésta manera te beneficias en ahorrar tiempo y excusas para comenzar, además de tener al alcance de la mano alimentos realmente nutritivos llenos de vida.
En el post sobre 3 tipos de ensaladas frescas y apetitosas te propongo algunas ideas y tips para que hagas tus primeras experiencias.
2. Incorporar jugos y batidos
Una alternativa interesante para incorporar a tus desayunos y meriendas diarios, son los jugos y batidos ricos, frescos y cargados de vitaminas.
Quizás hoy te resulte como una alternativa a lo que habitualmente desayunas, pero con el tiempo puede transformarse en un hábito saludable que va ayudarte a mejorar tu rendimiento durante la mañana.
- ¿Qué necesitas para hacer jugos y batidos?
Para ayudarte necesitarás de algunas herramientas de cocina como: licuadora, batidoras, exprimidor manual o eléctrico, extractores de verduras. Ésto facilitará la tarea diaria haciéndo el proceso más cómodo y efectivo.
Hay una infinidad de combinaciones exquisitas y muy saludables que iremos aprendiendo poco a poco juntas, es una excelente opción para disfrutar de las bondades de éstos alimentos todos los dias del año, sin excusas.
3. Proponerse objetivos
A veces por querer abarcarlo todo tu entusiasmo pierde intensidad y finalmente desistes de lograr tu objetivo. ¿Te ha pasado alguna vez?.
Lo ideal es que te preguntes: ¿qué quiero lograr comiendo vegetales?. Cuando tengas la respuesta a esa pregunta plantéate objetivos cortos, como por ejemplo:
- “ésta semana voy a incorporar 2 frutas en el desayuno”,
- “ésta semana voy a incorporar un plato de ensalada verde»,
- «ésta semana voy a incorporar legumbres o cereales en mi despensa»
El secreto es ir de a poco, mejor dar pasos seguros, que poco firmes y que no puedas sostener en el tiempo. De ésta forma vas a observar como tu cuerpo acepta los nuevos alimentos logrando pequeños pero profundos cambios.
4. Revisar la alacena
Indispensable si estás buscando mejorar tu alimentación diaria.
- Observa, ¿qué tipo de productos se encuentran en tu despensa?,
- ¿Cuáles predominan?,
- ¿Cuáles vas a suplantar o desterrar?,
- ¿cuáles prefieres mantener para llevar adelante la transición poco a poco?.
Además te propongo que leas la parte trasera de los envases, donde generalmente se hace un detalle de los componentes que los conforman. Posiblemente encuentres nombres que ni conozcas o siglas que no comprendas su significado. Tomar conciencia de ésta parte y preguntarte sobre ¿qué es lo que estoy comiendo?, ¿son alimento realmente nutritivos para mi organismo?.
Organizar tu despensa vegetal es importante para mejorar tu alimentación y así vivir el estilo de vida saludable que deseas.
5. Investigar/profundizar
Éste punto viene a colación del anterior. Una vez que leas esos ingredientes que conforman tus alimentos, investiga sobre ellos y sigue preguntándote: ¿qué alimentos estoy ingiriendo diariamente?.
Investiga en libros, internet, con profesionales, amigos y personas referentes en el tema.
6. Informarse / asesorarse
Todas los temas que hayas investigado o descubierto por tí mismo, tienen que pasar por un filtro.
Lo mejor es que un profesional de la salud te ayude en esto. Busca algún médico / nutricionista / coach que te guíe en éste proceso de cambio, que esté interiorizado en el tema de alimentación vegetal.
Podes evacuar tus dudas e inquietudes con el profesional, además planear un tipo de rutina que se ajuste a tus necesidades y particularidades.
7. Experimentar
Y por último, meterse de lleno en la cocina dándole rienda suelta a la imaginación y creatividad.
Probar tus primeras recetas es una forma de empezar a tomar contacto con las texturas, los colores, los aromas, los sabores de los vegetales y sus innumerables beneficios para tu salud.
Sobre todo, para experimentar hay que tener ganas, estar predispuestos a probar y equivocarse. Entender que es un proceso de aprendizaje que lleva tiempo y esfuerzo como todo lo que uno quiere lograr.
Algo fundamental a trabajar en la cocina es la paciencia y la frustración. Es decir que antes de empezar, tener en cuenta que como todo proceso lleva tiempo de entendimiento.
Todo tu ser debe comprender y asimilar el cambio de alimentación o la incorporación de los nuevos alimentos.
Si alguna receta no sale como la esperas, animarse a seguir intentando y mejorando las técnicas.
Deja una respuesta