Cuando tenía 26 años, trabajaba en una escuela como Maestra de Educación Infantil en Argentina. Un día volviendo a casa, por el camino me encontré con un hombre sentado en unas escaleras. Parecía algo cansado y con frío.
Me quede mirándolo, pasé por su lado y seguí mi camino. Algo me hizo pensar que quizás se le antojaba comer algo caliente pero la verdad es que dude en preguntarle. Así que al rato di la vuelta y le pregunté si le apetecía un plato de pasta.
Instantáneamente me dijo que sí, por lo que fui a casa, prendí la hornalla, puse un poco de pasta en la olla y preparé la salsa. Una vez listo, se lo lleve hasta donde estaba y me volví a casa con una sensación inmensa en el corazón.
Desde ese momento, sentí la experiencia como algo trascendente que hizo observarme en profundidad. Pude ver en el otro, mi propia necesidad.
Esa acción genero cosas nuevas en mi vida, fue un impulso que me cambió por completo hasta el día de hoy. Esa fue la semilla que engendro a Beku Viva.
A los meses hice cambios rotundos: dejé de trabajar en la escuela, mi alimentación paso de ser vegana a crudivegana y empecé a trabajar en Beku Viva, junto a una amiga diseñadora que me ayudo a pensar las ideas y organizarme con la marca.
Finalmente en Marzo 2013, salió la propuesta al público con el objetivo de ayudar a las personas con falta de tiempo durante la semana, a incorporar alimentos vegetales de calidad para mejorar su calidad de vida.
Me dedicaba a cocinar menúes diarios veganos y crudiveganos. Me levantaba muy pronto para cocinar (5 am), porque no sabía cocinar en grandes cantidades, todo aquello me llevaba horas y horas. Algo que hoy hago en media hora, en aquel momento me costaba más de 4 horas prepararlo.
Repartía la comida en el trabajo o casa de mis clientes y al principio lo hacía caminando con un carrito. A los meses me compré una bici a la que le puse un canasto y con ayuda de mi novio hacíamos las entregas.
Beku Viva fue creciendo casi sin darme cuenta, hasta que a los 6 meses aparecí en el períodico de la ciudad junto a otros proyectos que apostaban por la comida saludable. Al año siguiente (2014) además de cocinar, comencé a ofrecer talleres de cocina vegana y crudivegana. Me invitaron a ferias, muestras de arte y hasta aparecí en la televisión.
Fue una etapa intensa y hermosa a la vez porque Beku Viva crecía a base de mucho trabajo y aprendizaje constante. Lo mejor de todo, era recibir sonrisas y alegría por parte de la gente que comía mis platos, imágenes que atesoro a fuego en el corazón.
Al mismo tiempo, sabía que estaba colaborando con mi granito de arena para ayudar a las personas alimentarse saludablemente y hacer de éste mundo algo mejor.
En Diciembre 2015, cerre mi cocina en Argentina para mudarme con mis ollas a Barcelona al siguiente año.
En Marzo 2016, nació el Beku Viva blog en Barcelona, con el ánimo de ayudar a más personas en el mundo y compartir mis experiencias culinarias.
Si quieres conocer más acerca de mí, te invito a conocer cómo empece mi proceso alimentandome vegetal.